El avance de la reforma al Poder Judicial en México, tras su aprobación en la Cámara de Diputados, ha comenzado a cobrar factura al peso mexicano. La divisa presenta una depreciación de 0.67%, cotizando en 19.91 pesos por dólar este martes cerca de las 11 de la mañana, tiempo de la Ciudad de México.

El peso abrió la jornada relativamente estable, en 19.79 unidades por dólar, pero la presión sobre la moneda comenzó a intensificarse una vez que los diputados aprobaron la reforma judicial en lo general. Al continuar la discusión y aprobarse en lo particular, el tipo de cambio se vio afectado, llevando al peso a acercarse peligrosamente al nivel psicológico de 20 pesos por dólar.

El contexto económico no solo está influenciado por la reforma judicial. El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, ha expresado su preocupación por las implicaciones que esta reforma podría tener en las relaciones entre ambos países. En un mensaje dirigido a legisladores, incluyendo a la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, Salazar advirtió sobre el “muchísimo daño” que podría ocasionar la aprobación de esta polémica reforma.

El riesgo político y económico en México se ha combinado con el creciente temor a una recesión económica en Estados Unidos, el principal socio comercial de México. Esto ha provocado una mayor volatilidad en los mercados, donde el tipo de cambio fluctúa rápidamente. Mientras tanto, en el mercado cambiario, la mayoría de las divisas ganan terreno frente al dólar, que se debilita 0.48%, según el índice ponderado DXY.

El escenario internacional también añade presión, con la desaceleración del crecimiento en China y el mal desempeño del sector manufacturero de Estados Unidos, que enfrenta contracción por quinto mes consecutivo. Estos factores han generado pesimismo en los mercados, y la posibilidad de una baja agresiva en las tasas de la Reserva Federal (Fed) podría no llegar a tiempo para evitar el debilitamiento de la economía estadounidense.

Con la discusión de la reforma judicial trasladándose al Senado, la incertidumbre continuará pesando sobre la economía mexicana y su divisa, mientras los mercados observan de cerca los próximos movimientos políticos y económicos tanto en México como en Estados Unidos.