La NASA enfrenta un dilema crítico sobre cómo traer de regreso a la Tierra a dos astronautas varados en la Estación Espacial Internacional (ISS). Barry «Butch» Wilmore y Sunita «Suni» Williams, astronautas de la NASA, despegaron el 5 de junio a bordo de la nave Starliner de Boeing, planeando una estancia de ocho días. Sin embargo, su retorno se ha visto retrasado debido a fallas en los propulsores de la nave espacial.

Funcionarios de la NASA indicaron que la agencia aún está evaluando los datos de los propulsores para determinar si es seguro utilizar Starliner para traer a los astronautas de vuelta. Al mismo tiempo, están considerando una opción alternativa: utilizar una nave de SpaceX, la principal competidora de Boeing en el ámbito espacial.

Si la NASA decide no utilizar Starliner, SpaceX podría lanzar su misión Crew-9 a la ISS el 24 de septiembre con solo dos astronautas en lugar de los cuatro habituales, para traer de vuelta a Wilmore y Williams.

Las discusiones entre la NASA y Boeing han sido, según los funcionarios, «muy honestas», y Boeing ha expresado plena confianza en la capacidad de su vehículo espacial. Sin embargo, la decisión final debe tomarse antes de finales de agosto.

Por otro lado, el nuevo presidente de Boeing, Kelly Ortberg, se enfrenta al desafío de restaurar la confianza en la compañía. Desde su nombramiento el 31 de julio, Ortberg ha enfatizado la importancia de la seguridad y la calidad en todas las operaciones de Boeing, subrayando que «hay vidas que dependen de lo que hacemos cada día».